Colombia vuelve a la ‘lista negra’ de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) señaló que en su informé anual que Colombia aún enfrenta desafíos en materia de desarticulación de las estructuras armadas ilegales y en la implementación del marco legal adoptado para juzgar los crímenes perpetrados durante el conflicto.
El organismo mantiene su preocupación por la existencia de reductos no desmovilizados de las estructuras paramilitares, el fenómeno del rearme y la formación de nuevos grupos armados.
Un tema de especial preocupación para la Comisión es el empleo de mecanismos de inteligencia contra defensores de derechos humanos, líderes sociales, periodistas, operadores de justicia, organismos de cooperación internacional y organizaciones internacionales.
La Cidh ha incluido por primera vez a Honduras, tras el golpe de Estado del pasado año, entre los países que no respetan los derechos humanos y mantuvo un año más en la «lista negra» de su informe anual a Cuba, Venezuela, Colombia y Haití.
El informe consta de cuatro capítulos en los cuales se da cuenta de las actividades desarrolladas por la CIDH y sus Relatorías durante 2009 y se ofrece información sobre el procesamiento de peticiones y casos y el otorgamiento de medidas cautelares a lo largo del año. Asimismo, el Capítulo IV contiene secciones especiales sobre la situación de derechos humanos en Colombia, Cuba, Haití, Honduras y Venezuela, países que la CIDH consideró que merecían especial atención en 2009.
Respecto a Colombia, la CIDH aborda particularmente los avances y desafíos en el esclarecimiento de crímenes perpetrados durante el conflicto, incluyendo la participación de los líderes paramilitares extraditados a los Estados Unidos en los procesos tramitados en Colombia bajo la Ley de Justicia y Paz, la persistencia de patrones de violación de los derechos a la vida y la integridad personal, la situación de grupos étnicos, y las actividades de inteligencia contra defensores y defensoras de derechos humanos, líderes sociales, operadores de justicia y la propia CIDH.