La violación, arma de guerra

Cada 14 días una mujer colombiana es desaparecida, cada 50 días una es asesinada.

Estos datos, apenas parciales, sobre el impacto del conflicto armado en la mujer, serán incluidos en el informe que dos expertas delegadas por la ONU presentarán el año próximo relacionado con 14 países del mundo afectados por la guerra. Elisabeth Rehn, ex ministra de Defensa de Finlandia y ex representante especial de la ONU en Bosnia Herzegobina, y Ellen Johnson Sirleaf, ex candidata a la Presidencia de Liberia y miembro del Panel de Notables de Africa para investigar el genocidio de Ruanda, estuvieron esta semana en Colombia y se reunieron con varias mujeres en Bogotá y Medellín.

Llamó la atención de las expertas la ausencia de la mujer colombiana en los procesos de paz, cuando, por ejemplo en Afganistán, sociedad en la que existe una abierta discriminación de género, las mujeres han tenido un lugar en las negociaciones.

La investigación de Rehn y Johnson, encargada por el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem), incluye a Timor Oriental, Camboya, Somalia, Ruanda, la República Democrática del Congo, Bosnia y Herzegobina y la República Federal de Yugoslavia.

Además, a Kosovo, la antigua República Yugoslava de Macedonia, Palestina, Israel, Sierra Leona, Guinea y Liberia.

Las violaciones, la tortura, la prostitución, el tráfico sexual y los asesinatos de mujeres han sido los hallazgos constantes de las expertas en los distintos lugares que han visitado. Infortunadamente hemos encontrado estos elementos también en Colombia , dijo Rehn. Según el informe parcial que presentaron ayer, la violación se ha convertido en un arma de guerra.

Hay dos situaciones de Colombia que las expertas mencionaron particularmente: La desaparición forzada y el tráfico para la explotación sexual. Hay miles y miles de mujeres que son traficadas a Europa y al Lejano Oriente por redes internacionales, apoyadas por redes locales , afirmó Johnson.

Ella y Rehn terminarán su trabajo de evaluación con visitas a Sierra Leona, Guinea y Liberia, para luego redactar el informe final. El objetivo, dicen las expertas, es despertar al mundo de su silencio en relación con la situación de las mujeres que se debaten en medio de la guerra .