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8 septiembre, 2023. «En una emotiva ceremonia celebrada en la ciudad de Bogotá, Act Iglesia Sueca y Diakonia dieron a conocer los y las ganadoras del Premio Nacional de Derechos Humanos en Colombia. Este evento de premiación reunió a destacados líderes, activistas y defensores de los derechos humanos de todo el país, quienes fueron honrados por su incansable labor en la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
En palabras de la Embajadora de Suecia, Helena Storm, “¿En qué momento la defensa de los Derechos Humanos se convirtió en un riesgo para la vida? Cerca del 85% de las personas y organizaciones con liderazgos en la defensa de derechos en el ámbito rural siguen sufriendo el impacto de la violencia… por el solo hecho de defender. El Premio Nacional de Derechos Humanos que entregamos hoy es un acto de reconocimiento nacional a todas y todos los defensores que dedican sus vidas a la noble tarea de proteger y promover los Derechos Humanos en Colombia.»
Es así como en la categoría “Defensor o Defensora del Año», el reconocimiento fue otorgado a Elizabeth Moreno Barco, una valiente luchadora del departamento del Chocó que ha dedicado su vida a la defensa de los derechos de las comunidades étnicas. Desde su lugar como lideresa, no ha vacilado en denunciar ante escenarios locales, nacionales e internacionales, las graves violaciones de derechos humanos que padecen las comunidades negras del Chocó. Su visión ha sido fundamental para comprender las dinámicas de violencia que padecen sus pobladores. Moreno ha sido un faro de esperanza para estas comunidades, trabajando incansablemente para garantizar su reconocimiento como sujetos de derechos. Su compromiso inquebrantable y su coraje en la lucha por los derechos humanos la convierten en un ejemplo a seguir. Actualmente es la coordinadora del Foro Interétnico Solidaridad Chocó.
La categoría “Reconocimiento A Toda una Vida» fue entregado a la destacada defensora de derechos humanos, Doria Yanette Bautista, cuya historia está marcada por la desaparición forzada y la búsqueda de su hermana Nydia Erika Bautista en 1987, hecho que la convirtió en una incansable y valiente luchadora aún en los momentos más difíciles de persecución y estigmatización. Su historia es un recordatorio constante de la importancia de mantener viva la llama de la memoria de quienes fueron silenciados y de exigir justicia para quienes han padecido el cruel acto de la desaparición forzada. Esta lideresa ha trabajado incansablemente por la búsqueda de verdad y justicia en los más de 500 casos que representa a través de la organización que lleva el nombre de su hermana, Nydia Erika. (..)».
(Tomado de Diakonía, Defensores de Derechos Humanos Reconocidos por Premiación Nacional)